jueves, 23 de febrero de 2012

En la piel del hincha

"Esto es Peñarol, papá!! Acá no se putea, acá se alienta!! Y no se va nadie carajo!!"

Esta frase la escuché el pasado martes en la tribuna Amsterdam, durante el segundo tiempo del partido en que Atlético Nacional de Medellín le bailaba un vallenato a Peñarol por el grupo 8 de la Copa Libertadores.
Y esta frase me hizo reflexionar. ¿Está mal que uno se vaya de la cancha cuando a su cuadro le están pegando flor baile? ¿Está mal que uno insulte a sus jugadores cuando se mandan una cagada tras otra?
Es por eso que Tiranos Temblad!!™ se atreve a analizar las dos únicas funciones que debe cumplir este ser con justicia discriminado por la sociedad uruguaya en su totalidad: el hincha.


La imagen del hincha del siglo XXI. Desprolijo, mal hablado, en otras palabras un parásito. 
Pero necesario para que la sociedad descargue su ira en algo más que 
en los menores infractores.


Fúbol, basquetbol, rugby, hockey, no importa el deporte. Un hincha que se precie de tal debe ser exitista.
Eso de "y en las malas mucho más" es de las mentiras más grandes que conoce la humanidad.
¿Acaso los hinchas de Nacional llenaban la popular en plena época del Quinquenio aurinegro? Por supuesto que no.
¿Los hinchas de Peñarol agotaban las entradas en Abitab cuando hasta Boston River era capaz de hacerle siete goles? Ni de casualidad.
¿Iba alguien a ver a Malvín antes de que fuera campeón de la Liga Uruguaya de Basquetbol? Nadie.

Dejen de insistir con esa falacia de que "lo queremos en las buenas y en las malas". Por favor! A usted, ¿le gusta ver a su equipo ser pisoteado por cuanto rival se le cruce? ¿Le gusta ver como se burlan de su institución por ser incapaz de ganar, como si estuviera vetado por decreto presidencial? El verdadero hincha va en las buenas y nada más!! Cuando el equipo gana y gana!! Cuando el éxito está casi asegurado!
Ninguna persona va a ver al equipo de sus amores cuando su situación deportiva es lastimosa, al punto de figurar su escudo en la definición de "derrota" de la Real Academia Española . Eso tiene nombre y es masoquismo.
El verdadero hincha quiere ver a su cuadro ganar. Solamente eso, ganar Y cuando sabe que puede perder, no lo va a ver y punto. Nada de lirismos hipócritas. Si la situación viene de nalgas, el verdadero hincha prefiere quedarse a ver fútbol italiano. O incluso tenis.

Y no embromen más con eso de "esta hinchada no abandona". Agradecería que dejaran de mentir. El verdadero hincha se va si la cosa viene fea. No importa que sea en medio del partido. Nadie quiere quedarse a ver la humillación de su equipo. Reiteramos, esos mal llamados hinchas deberían catalogarse como masoquistas.


Si tu equipo anda mal, lo vas a ir a ver? El verdadero hincha
solo sabe de festejos.


Lo otro que debe cumplir el verdadero hincha es algo muy simple: insultar. A todos los actores del espectáculo, sin excepciones. A los jugadores rivales; a los jueces; al DT rival; al DT propio por no hacer los cambios que el hincha pide (y por hacer los cambios que sí pide pero no funcionan); a los jugadores del propio equipo por no hacer las cosas como el hincha le dice y demuestra. 

Porque el hincha tiene esa relación particular con sus jugadores. Les grita desde su lugar en la tribuna y gesticula lo que debió de hacer en esa jugada. Y lo insulta. Y lo recontra insulta. Y con razón! Porque es inentendible cómo pudo hacer un pase tan malo, o fallar una clara ocasión para anotar. Si el hincha demuestra como hacerlo, cómodamente instalado en la tribuna, sin presiones de ningún tipo, ¿cómo van a fallar ellos, que viven de eso y entrenan todos los días?

El buen hincha también debe de apretar cada tanto a los jugadores de su equipo. Es parte de su función, fuera de los días de partidos. En este mundo, y principalmente en nuestro país, somos hijos del rigor. Y como en nuestro trabajo también necesitamos un llamado de atención, el hincha es el responsable de llevarlo a cabo. Siempre por el bienestar de la institución.


Insultar y pelearse con la policía es una obligación del buen hincha.
Los mal llamados 'agentes del orden' intentan siempre coartar 
al hincha para impedir que éste cumpla con su deber.


Esperemos que con este análisis la sociedad entera comprenda la finalidad de este ser en el mundo. Que comprenda sus características. Y lo más importante, que no trate de cambiarlo. Porque el hincha es así. De intentarlo podemos transformarlo en un ser aún peor: un periodista deportivo.



3 comentarios:

  1. Además cuando tu cuadro juega tan mal y se come ese tipo de derrotas, está bueno que la hinchada le haga saber de su descontento. Es una creencia mal entendida de que se es más hincha por quedarse "festejando" no se que.

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  2. Chabi, yo si voy a todos los partidos claro yo fui en busca de milagros que no siempre se dan, pero yo si soy en las buenas y en las malas. Yo puedo decir yo estaba ahí cuando me comí la tal paliza.

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