martes, 17 de abril de 2012

On the run

Si hace unos años alguien decía que un ex Beatle daría un recital en el estadio Centenario se lo podría tildar, al menos, de loco psiquiátrico. Pero lo que parecía una quimera (o al menos algo totalmente impensado) terminó de concretarse en una hermosa realidad.
¿Una buena gestión por parte de los organizadores? ¿Un regalo del cielo? ¿Las secuelas de haber recuperado el grado inversor? No lo sabremos. Y ni nos importa. Porque lo verdaderamente relevante fue que Sir Paul McCartney nos regaló una noche mágica y soñada.

Tuvimos el honor de poder asistir a la velada histórica. Y nobleza obliga, se lo debemos exclusivamente a nuestro intermediario con la mafia de los Abitab. Porque si dicha persona (cuya identidad, por razones obvias de seguridad, mantendremos en el anonimato) no hubiera intercedido, jamás hubiéramos podido conseguir nuestra entrada. Máxime sabiendo el "modus operandi" de los trabajadores de la mencionada red de cobranzas, digno de un sucesor de Al Capone.


 A quince días del recital, nos hicimos de nuestras entradas, cuando supuestamente
estaban agotadas. Corrupción, divino tesoro.


Nuestra aventura comenzó temprano en la tarde, buscando llegar a nuestro punto de ingreso en la platea América. Llegando por la calle Cataluña (para quien no sabe, es la que desemboca en la tribuna Ámsterdam) pensábamos que nos sería mucho más cerca. Nuestras ilusiones se desvanecían lentamente cuando un oficial de policía nos dijo "tienen que dar la vuelta al vallado". Eso significó dar la vuelta por la cancha de Central Español, hasta desembocar en el monumento a la carreta.
¿Era necesario cerrar los accesos al Centenario como si Peñarol y Nacional jugaran una final de Copa Libertadores? ¿Acaso temían un encontronazo con los fans de Yoko Ono? Algo incomprensible.

Luego de una maratónica fila, pasamos el primer punto de ingreso. De ahí a otra fila, donde fuimos bombardeados por promotoras de los diversos sponsors del evento. Stickers, una mano con los dos dedos en V, y hasta folletos promocionales de Antel que instaban a mandar un sms para participar el el sorteo de entradas VIP al show (lo que consideramos un insulto a nuestra inteligencia media)


 El director responsable de Tiranos Temblad!!™ nos muestra uno de los tantos
obsequios que entregaban al ingresar al Centenario.


Lo primero con lo que nos encontramos al ingresar fue con unos promotores de OSE disfrazados de superhéroes que intentaron amenizar el rato buscando la participación del público. Hasta ahí todo bien. Pero luego, comenzaron a tirarnos bolsas con agua para hidratarse. Como si fuéramos refugiados congoleños o monitos de circo. Similar a lo que hizo la gente del Citi al tirar cuatro pelotas inflables a la cancha.
Aunque acá tienen razón, porque la gente se pone idiota intentando golpear esas pelotas. Como si intentara noquear a Tyson. Digno de unos primates.

Pero lo peor vino después cuando apareció Martín Buscaglia. Un botija simpático, que lo mejor que puede hacer es dedicarse a trabajar en reclames de grapamiel Vesubio y abandonar la música. Porque no es lo suyo. Que agradezca que no había francotiradores cerca.

Hasta que por fin, cerca de las 21 hs., apareció él. Si, casi media hora más tarde de la que debía empezar. Si, solo Uruguay era capaz de que un Caballero de Su Majestad la Reina de la Gran Bretaña perdiera su más afamada puntualidad inglesa.
Pero ni importó. Porque la leyenda viviente ingresaba en el escenario montado en nuestro estadio Centenario, en nuestro suelo. Estaba acá. No era mentira.


Sir Paul McCartney en pleno recital, visto desde nuestra ubicación.

Al arrancar con "Hello Goodbye" nos temblaron las piernas. Y no nos avergüenza decirlo! Estábamos escuchando a Sir Paul en vivo, en nuestro bendito país. Un gran recorrido por su carrera en The Beatles, Wings y su etapa como solista. Canciones inolvidables, interpretaciones fantásticas, que nos llevaron a emocionarnos casi hasta las lágrimas como con "Let it be" y que nos llevaron al éxtasis en "Live and let die".
Su carisma impactante, su simpatía, su constante esfuerzo por hablar en español, su constante agradecimiento, fueron el sello que esta mega estrella dejó grabado a fuego en las más de 50.000 personas que colmaron el Centenario.
Poco más podemos agregar de lo vivido durante el show de lo que ya se ha dicho. Es algo que aquellos afortunados que tuvimos el privilegio de asistir, jamás olvidaremos.
Bueno, aquellos que asistimos y nos mantuvimos sobrios. No como el muchacho que ya a las 20 hs. su estado etílico le impidió mantenerse en pie, y vivió el recital acostado entre medio de dos filas de la platea América. Vaya nuestro saludo para él, quien seguramente las autoridades de CAFO lo despierten en breve.

Como yapa, les dejamos un video de cómo se vivió "Let it be" la noche del 15 de Abril.
Thank you Sir Paul. "Hasta la próxima".



1 comentario:

  1. EXCELENTE EL:
    "comenzaron a tirarnos bolsas con agua para hidratarse. Como si fuéramos refugiados congoleños o monitos de circo."

    100% COMPARTIDO:
    "Que agradezca que no había francotiradores cerca.(EL HIJO DE P#@$ DE BUSCAGLIA)

    ME QUEDAN MIS DUDAS:
    "que nos llevaron a emocionarnos casi hasta las lágrimas como con "Let it be" "

    DALEEEE QUE VI ESA GOTA CAERRRR!!!

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